lunes, 25 de febrero de 2019

Distensibilidad Vascular



En fisiología, se denomina vasoconstricción al estrechamiento de los vasos sanguíneos, es decir a la disminución de su diámetro, es el fenómeno contrario a la vasodilatación que consiste en el aumento del diámetro de un vaso sanguíneo. La vasoconstricción aumenta la resistencia al paso de la sangre (resistencia vascular) y por tanto disminuye el flujo de sangre en el vaso afectado. El organismo provoca vasoconstricción de forma automática al aumentar la actividad del sistema nervioso simpático, la cual promueve la contracción del músculo liso situado en la pared del vaso sanguíneo y provoca su estrechamiento. También se produce vasoconstricción con el empleo de determinados medicamentos llamados vasoconstrictores, por ejemplo la adrenalina.

La vasodilatación se produce por la relajación del músculo liso situado en la pared de los vasos sanguíneos, dicha relajación aumenta el radio de la luz de los vasos y permite que aumente el flujo de sangre. El músculo liso de la pared vascular responde a diferentes estímulos, entre ellos las aferencias del sistema nervioso autónomo, sustancias secretadas por células inflamatorias y numerosos fármacos.
La principal función fisiológica de la vasodilatación es incrementar el flujo de sangre que llega a un órgano o tejido. Por ejemplo la vasodilatación de las arterias cerebrales aumenta la llegada de sangre al cerebro y la vasodilatación de las arterias coronarias aumenta el flujo de sangre al corazón. Como consecuencia de la vasodilatación puede producirse disminución de la presión arterial cuando ocurre en el territorio arterial.

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